¿Suave o blando?

Biología, Física

Es más agradable acariciar un gato que un erizo. ¿Por qué?



Materiales necesarios
1 cepillo de dientes duro
1 tijera
50 cm. de hilo de coser
1 regla graduada


La experiencia

  1. Corta 20 pedazos de hilo de 2 cm. cada uno; reúnelos y amárralos con otro pedazo de hilo.
  2. Compara el espesor de una hebra de hilo con una cerda del cepillo de dientes.
  3. Frota el cepillo de dientes, luego el grupo de hilos, sobre el dorso de tu mano y sobre tu talón.
  4. ¿Sientes diferencia?



La explicación

El espesor del hilo y el de las cerdas del cepillo de dientes es prácticamente el mismo. Sobre la mano, el cepillo pica y los hilos se sienten suaves, mientras que en el talón, apenas sentimos los hilos y el cepillo parece más suave ¡y hasta puede hacernos cosquillas!. Las cerdas del cepillo de dientes son duras. En la mano hacen presión sobre la piel que es más blanda. La piel del talón es más dura que la de la mano; las cerdas se doblan más fácilmente y parecen, entonces, más suaves.

Los hilos son suaves, se doblan y delizan sobre la piel. La piel sensible de la mano siente una caricia, mientras que la piel poco sensible del talón no siente casi nada.



La aplicación

Los receptores nerviosos sensibles a la presión informan a nuestro cerebro la calidad de lo que nos toca. Son mucho más numerosos en la piel de la mano que en la del talón. Esto no quiere decir que el talón no siente nada: su piel posee otros receptores, unos sensibles al calor, otros al dolor. Según la manera como vivimos, la cantidad de objetos o de personas que tocamos, nuestros receptores del tacto se habituan a algunas sensaciones. Por eso, casi no sentimos nuestra ropa cuando la llevamos puesta, algunas personas pueden bañarse con agua muy fría o a otros no les gustan las caricias.



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